En la primavera de 2016, en las redes sociales vi un anuncio de zapatos que me llamó la atención por el diseño y el estilo del producto. Comencé a seguir la marca, pues quedé inmediatamente enamorada de los Gebana de Leiden Shoes. No los compré en ese momento y tampoco me compré zapatos en primavera ni en verano, quizás porque todos los demás me parecían sosos en comparación con esos zapatos tipo “balerinas sofisticadas”.
¿Qué tenían los Gebana en particular? Taco bajo (ideales para andar todo el día y trasladarme en mi bici urbana), un color muy sutil, cuero con textura, punta marcada y un diseño transversal que deja el empeine libre y cubre el arco. Los zapatos, ya puestos, tienen un interesante efecto espejo, como si fueran una mariposa.
Un lunes de marzo, en el medio de un sopor como no recordaba en mi vida, también en las redes sociales encontré un mensaje que parecía especialmente dirigido a mí: ¡quedaban las últimas Gebanas y estaban rebajadas! Sin dudarlo, me contacté con Leiden Shoes y esa misma tarde fui a buscar mis zapatos. Elegí un par de color habano —ofrecían, además, la versión en negro— y casi salgo con ellos puestos.
Los estrené la mañana siguiente, a pesar del calor, y ese día y los sucesivos estuve admirando mis pies por la elegancia que otorgan. Son versátiles y por ello perfectos para faldas, vestidos, pantalones de todo tipo y jeans.
Los Gebana (nombre inspirado en La Habana) están confeccionados y forrados íntegramente en cuero nacional. El taco es de madera y se llama “bizcocho” (diversas piezas pegadas una sobre la otra), la suela es antideslizante y la plantilla tiene un material similar a la goma eva para amortiguar el impacto y hacerlos más cómodos.
El zapato cuenta con dos partes: la puntera (triangular y muy «estilizante») y el resto del pie, unidas por una costura doble. En la vira (contorno) la costura es simple y en el talón es doble. El interior de cada Gebana, forrado en suave cuero, está totalmente realizado en doble costura.
Detrás de los originales Gebana hay talento y un emprendimiento a cargo de dos mujeres que un buen día se la jugaron para vivir del diseño y de la venta de zapatos.
Leiden Shoes: zapatos con diseño pensados para mujeres multitarea
Ana Laura Pacillo (33) es licenciada en Negocios Internacionales y tiene un posgrado en Márketing y Romina Inverso (29) es técnica en Vestimenta. En 2013 se conocieron trabajando en la misma empresa en el rubro textil. Descubrieron intereses en común y un mismo espíritu emprendedor.
Romina ya diseñaba ropa y Ana Laura tenía “un montón de ideas sobre zapatos”. Esas ideas necesitaban “bajarse al diseño y hacerlas viables” y Romina parecía ser “la persona ideal”. “Nos juntamos y comenzó todo. Fuimos trabajando de a poco y Leiden, como empresa, surgió a inicios de 2016. ¡Dejamos nuestros trabajos y nos jugamos! Invertimos todos los ahorros, podíamos ganar o perder, pero sentíamos que ese era el momento. Al inicio fue como una ONG porque todo el dinero que ingresaba lo recapitalizábamos”, explica Ana Laura.
Las “chicas Leiden” se dedican a diseñar y vender zapatos, exclusivamente. Sus creaciones se caracterizan “por el diseño, la combinación de colores y la buena hechura”. Para ello, buscaron un taller propio y se asociaron con el tallerista. “Fuimos hacia atrás en la línea de producción, apostamos a quien hace el zapato. Buscamos a un excelente tallerista; Romina, con su experiencia, se encargó de ese tema y, además, ahora el trabaja en el taller. Y yo me encargo del área comercial”, comenta Ana Laura.
“Alto invierno” fue la primera colección que lanzaron el año pasado, exclusivamente con botines. “Quisimos evaluar la aceptación y tuvimos mucho éxito”, explican. De esa manera, comenzaron a crear un nombre en el mercado y para el avance del verano 2016 ofrecieron diez productos. Entre ellos, las Gebana, “que se caracterizan por la comodidad y elegancia”, según las autoras.
Los zapatos Leiden se encuentran en ferias de diseño (recientemente estuvieron en Máxima) y en el atelier de la marca. Las redes sociales, que ellas mismas gestionan, son su principal instrumento de difusión y venta (FBK, Instagram y Twitter). Sus diseños, para mujeres de 30 a 60 años, procuran brindar comodidad y estilo a “mujeres trabajadoras, con ideales, mujeres multitarea, que buscan zapatos cómodos para cualquier actividad”.
En poco tiempo, pero con muchísimas horas invertidas en el emprendimiento, Romina y Ana Laura ya cuentan con varias lecciones aprendidas. Entre tantas, destacan que “hay muchas mujeres que emprenden, pero que no tienen las herramientas para desarrollar el negocio que quieren. Hay miedos, falta de financiación y poca ayuda. Nosotras llegamos a donde estamos porque actuamos desde otro lugar, ayudamos todo el tiempo y propiciamos el compañerismo, y eso es recíproco”. Agregan que “se puede vivir del diseño y venta de zapatos” y enfatizan que “demanda un compromiso total y muchas horas de trabajo”. Su diferencial es escuchar a las clientas y para ello cuentan con las redes sociales y el atelier que “es un lugar ideal para conversar, charlar y atender personalizadamente”.
En la colección de invierno 2017 siguen los modelos de taco bajo, aunque innovaron con algunos altos y plataformas. Con sus zapatos y botines “de mujeres para mujeres” piensan afianzar el mercado montevideano y llegar al interior del país. “Creemos que hay potencial, necesitamos revendedores que sigan con nuestra línea de atención personalizada porque ese es uno de nuestros diferenciales”.
Justo ando con ganas de comprarme unos botines lindos y cómodos! Ya las sigo! 😉
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