Elegancia y cordialidad en Nona, la última novedad cafetera de Carrasco

Donde convergen Costa Rica y Carlos Federico Sáez, detrás del Hotel Casino Carrasco, abrió la cafetería Nona. En una clásica casona del barrio, con entrada por las dos calles y con una pérgola de generosos vidrios, la invitación es convincente. Y en el interior, María Jesús Lestido —una de las dueñas— da la bienvenida, como si se tratara de su propia casa.

En la barra de madera blanca del primer salón están los artilugios cafeteros: una importante máquina de espresso Dalla Corte y el molino La Marzocco. El mostrador se amplía con la oferta pastelera (provocativos muffins, brownies y alfajores, entre otros). Las dos estancias de la cafetería se completan con mesas pequeñas, medianas, una grande y un living, con un destacado sillón verde, en la pérgola. Abunda la madera de colores claros, las sillas son generosas, hay flores frescas por todos lados y enchufes bien a mano. Predomina la luz natural en un ambiente distinguido, cálido y funcional, un espacio «para pasarla bien y querer volver».

De la fusión de las experiencias de María Jesús Lestido y Jerónimo Sánchez Varela nació Nona. María Jesús es la encargada de la cocina que se caracteriza por la elaboración de productos sin gluten y Jerónimo es el responsable del café. La elección de los granos de especialidad recayó en Seis Montes Tostadores. También la capacitación de todo el personal para ofrecer bebidas acorde porque «proponemos gastronomía con buen café y buen té —explica María Jesús—. Nos interesa ofrecer un buen producto, en un ambiente familiar y para todo el mundo, nada excéntrico».

Abrieron a mediados de julio y «todavía hay muchos detalles por resolver», se disculpa la emprendedora. Mientras tanto, los vecinos ya se apropian del lugar y reclaman las cookies veganas que habían probado el día anterior —estaban deliciosas, fueron éxito y se acabaron—. En breve, el menú cafetero se complementará con copiosos desayunos y varias opciones de almuerzos con algunas preparaciones clásicas y otras más creativas. En todo momento, desde la mañana a la nochecita, el servicio es a la mesa, «un diferencial en las cafeterías actuales, un detalle que nos parece importante para la propuesta que hemos desarrollado», agrega María Jesús.

El eje cafetero de Carrasco se expande con Nona y su vajilla en tonos pastel, las bebidas correctamente preparadas, la gastronomía sin gluten y un servicio que armoniza con el tipo de público que los emprendedores esperan recibir. Para un espléndido día de sol o para ver caer la lluvia, Nona tiene una ambientación primorosa y sin estridencias, música suave y un equipo que saluda, pregunta y ofrece.

Nona: Costa Rica 1555, Carrasco (Montevideo).
De lunes a sábados. Desayunos, almuerzos y meriendas. Sin gluten. Café de especialidad.
Aceptan mascotas.

Estantes con detalles en la «casa de Rose Galfione»

Rose Galfione se ha puesto de moda y la tendencia parece haber llegado y superar al término, incluso. Moda es, según el diccionario de la Real Academia Española, “uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo” y en la concepción de la propuesta de Rose (productos y servicios para el hogar) hay valores que, por definición, son atemporales.

Rose  —nacida en Uruguay con muchos años de vida en Argentina— es licenciada en Relaciones Públicas, cocinera profesional y sommelier. Desde hace un tiempo su nombre es, en ciertos ámbitos, un lugar común que condensa la tranquilidad de valores que no necesitan explicación: hospitalidad, tradición, hogar, sencillez, buen gusto.

Su formación y su inquieta cosmovisión la han llevado a generar propuestas para la “puesta de mesa, los arreglos florales y la etiqueta, (…) las recetas de cocina para distintas ocasiones, la hora del té, el servicio y las diferentes maneras de recibir invitados”. En la “casa de Rose” hay cursos y charlas, además de accesorios para generar efecto de hogar.

En la búsqueda de esos detalles (que elevan un momento cotidiano), cinco días antes de la Navidad llegué a la “casa de Rose” en Carrasco, sobre la calle Rostand. Con el apuro de las fiestas y con una lista que clamaba por varios regalos originales, me dejé arropar en el mundo atemporal de Carrasco. El comercio de Rose —una casa amplia y con exquisitos detalles— acompasa la personalidad de un barrio que se ha transformado en uno de los paseos de compras más distendidos de Montevideo.

En los estantes de Rose encontré lo que buscaba y me tenté con varias cosas más. Hay guirnaldas y árboles navideños, mermeladas, velas, “vestidos” para botellas, paneras, cubiertos de delicada madera, plantas, cerámica, manteles, individuales y frascos con todos los ingredientes necesarios para preparar un budín. Los accesorios para el hogar que Rose ofrece tienen el sello “hecho en casa”, en cada uno se siente la mano y el buen gusto de quien cuida los detalles.

Si tu lista todavía tiene pendientes, date una vuelta por lo de Rose. Y si no, agendá una visita en algún momento del año porque esta mujer se reinventa cada temporada a través de cursos, charlas y diversas oportunidades en las que siempre reina el detalle para disfrutar de la vida cotidiana. Ir a su casa es como vivir en el mundo Pinterest del «do it yourself». Sus objetos inspiran y todo resume estilo, hasta el envoltorio de los regalos.

Fuente: @RoseGalfioneSite