Busqué una tetera blanca para tunearla según la ocasión y que, además, combinara con las diversas tazas y jarritos que atesoro para el gran momento de distensión (que puede ser a cualquier hora del día). En La Ibérica conseguí una que, además, tiene gran capacidad. Es de porcelana blanquísima, muy clásica y elegante. Está pensada para varios comensales o para una persona que toma mucho (¡mucho!) té, como yo.
La tetera blanca Symphonie es apta para horno, microondas y lavavajilla. La mía, que luce de diversas maneras (con abrigo de lana, con flores o borlas) y a veces en su forma más simple, acompaña tazas de fina porcelana, un jarrito Romero Britto, el de lilas Monet y el tazón inglés con gallardía. Es una fiel compañera que se adapta a todas las ocasiones.
La recomiendo para quienes necesiten una tetera para completar su juego, pues es muy versátil, y también para los que coleccionan diversas tazas. Puede usarse con té en saquitos, pero es perfecta para las hebras —recuerden que se usa una cucharadita por cada taza y una de regalo para la tetera—.