Los balances del año: para estar al día en lo mejor de 2016

La artificialidad del calendario gregoriano nos pone, una vez al año, de cara a un fin y un nuevo comienzo. Diciembre es tiempo de balances y en los últimos días se acrecientan las listas que enumeran lo mejor y también lo peor del año. Están las clásicas evaluaciones de libros, películas, hechos y sorpresivamente la temática se ha ampliado a los más diversos temas. Diarios, revistas y organizaciones se encargan de dar sus veredictos y los consumidores nos vemos un poco aturdidos, muchas veces.

BBC.com dio a conocer un reportaje titulado “¿Cómo recordarán los historiadores del futuro el año 2016”. El artículo, que contiene fotos, datos y reflexiones muy interesantes, resume que el año será visto como un punto de inflexión en la historia.

#AsíLoVivimos es la etiqueta que usó CNN para el relevamiento de lo mejor del año. Y la noticia elegida fue la de la victoria de Donald Trump a la presidencia de los EEUU.

En el mundo del cine y la televisión, la revista Privilege elaboró varias listas: las diez mejores películas del año, las diez más románticas, las películas del año para ver en Netflix, etc.  En términos musicales, El País de Madrid hizo alusión a la gran cantidad de pérdidas del año y al nobel de Literatura que recibió a Bob Dylan. Temas visitados una y otra vez que, por su relevancia merecen estar en el balance de 2016, sin lugar a dudas.

En libros las listas son numerosas, la mayoría de los diarios hacen las suyas, también las editoriales y los críticos literarios. Los intereses corporativos se entrecruzan y el panorama de lo mejor del año se torna inabordable, más allá del interés por estar al día en las novedades literarias.

Entre tanto resumen, Babelia (El País de Madrid) ofrece una escueta lista de diez imperdibles y en primer lugar aparece Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin (editado por Alfaguara), un libro que tiene el privilegio de ubicarse en los peldaños superiores de varios balances.

La novela negra, un género que crece en adeptos día a día, también tiene sus decálogos. Elemental (El País de Madrid) realizó un repaso entre blogueros, libreros, escritores y organizadores de festivales para elegir lo mejor que se publicó en el género en 2016.

En relación con la fotografía, ámbito en el que abundan las mejores colecciones del año, National Geographic publicó la suya. La colección es fantástica y estremecedora por momentos.

Por su parte, la BBC publicó “12 fotos espectaculares para 12 meses llenos de drama: 2016 contado en imágenes”. La galería incluye imágenes impactantes que dan cuenta de importantes hechos históricos, del alcance de la miseria humana, de la riqueza cultural del mundo y del elevado nivel artístico de ciertos fotógrafos (ver mayo, fotomontaje de Jim Dyson).

Los diarios, fundamentalmente los de mayor renombre y tirada, elaboran las listas de los personajes del año. Para la revista Time, el elegido fue Donald Trump. Resulta sorprendente la gran cantidad de organizaciones que eligen al “personaje del año”, un galardón que en muchos ámbitos tiene relevante notoriedad.

La Fundación para el Español Urgente (Fundéu.es), una de mis páginas favoritas, investigó  cuál es la palabra del año. Es la cuarta vez que la entidad realiza un estudio de esta naturaleza entre las palabras que “han estado presentes en la actualidad informativa y manifiestan algún interés o curiosidad desde el punto de vista lingüístico”. Las candidatas en 2016 fueron: sorpaso, bizarro, youtubero, populismo, LGTBfobia, posverdad, abstenciocracia, cuñadismo, nigufoneo, vendehumos, papilomavirus, videoarbitraje. La palabra elegida se conoce el último día del año.

Miquelpellicer.com (blog colaborativo sobre comunicación) dio a conocer una lista de los cien mejores artículos sobre periodismo publicados en el año. Hay notas en inglés y en español que refieren a la comunicación y temas afines, obviamente. Como la temática es amplia, no solo es de interés para quienes trabajan en comunicación, además algunas notas se destacan pues sus autores son periodistas con oficio de buena escritura.

El mundo de la moda no queda al margen, como es de esperar. La revista Elle catalogó a Gigi Hadid como “la” modelo del año luego de haber obtenido el primer lugar en la premiación Fashion Award (Londres). Para Marie Claire, Giambattista Valli fue el diseñador estrella del año por su “aproximación intelectual” a la moda.

TripAdvisor otorga sus premios y a través de las puntuaciones de usuarios y expertos determina los mejores en diez categorías: hoteles, complejos turísticos con todo incluido, destinos, destinos emergentes, playas, islas, sitios de interés, atracciones, museos y restaurantes.

No todas las listas refieren al año vivido, para planificar el año próximo, Forbes creó el listado de 21 lugares excepcionales para conocer en 2017. Desde las Filipinas a Georgia, la reseña aporta sugerencias exóticas a partir de la opinión de expertos en viajes. Buenas idea para planificar o al menos soñar.

Las listas de lo mejor del año abundan y hay muchísimas que las reseñadas en este breve texto. Algunas de las mencionadas resultan originales y otras ya son clásicos, y todas aportan tema para pintorescas conversaciones entre amigas. Incluso algunas, aportan interesantes datos de lectura, cine, series.

«La carne» es un libro que entretiene y forma porque, una vez más, Rosa Montero demuestra un estricto ejercicio periodístico

Rosa Montero es una reconocida periodista y escritora española. Si bien no domino su obra con exhaustividad, sigo a Montero con cierta regularidad pues me interesa como periodista, fundamentalmente. Me gusta la investigación, recurrente, que ha realizado en torno a la mujer. En particular, devoré Historias de mujeres (Alfaguara, 1995) que recoge la vida de atrevidas féminas reseñadas semanalmente en El País de Madrid.

En La carne (2016, Alfaguara, su última novela), la periodista española plantea cuestiones filosóficas y también terrenales de la vida de una mujer que acaba de cumplir sesenta años. Montero, una vez más, ofrece la cruda descripción de las implicancias de vivir. En ciertas ocasiones se ha ocupado de la locura, de las relaciones amorosas insanas, del dolor del amor no correspondido, y en esta oportunidad se enfrenta a la vejez, además de otras cuestiones.

Con una prosa sencilla y la cadencia de quien maneja la escritura con soltura, la escritora exhibe, como en un juego, temas de alcance filosófico y algunos de los prejuicios de la sociedad occidental contemporánea. El juego comienza con el nombre de la protagonista: Soledad Alegre, y en el oxímoron emerge la primera muñeca rusa: ¿el retiro del desamparo (la soledad) puede vivirse como un sentimiento grato que suele manifestarse con signos exteriores de júbilo? En la historia de Soledad hay momentos en los que sí porque, como demuestra la autora, la soledad también puede vivirse por elección y con regocijo.

Además, a partir del nombre de la protagonista, la escritora plantea otro asunto: el legado de la designación. Soledad es una persona solitaria y Dolores, su hermana, es una mujer signada por la enfermedad. Montero toma partido en relación con la construcción de realidad a través de la palabra con varias cartas: Soledad, Dolores y Adam (el primer hombre), el protagonista masculino de la historia.

Y como si esos trucos no bastaran, Montero se mete con la prostitución masculina para indagar sobre prejuicio muy arraigado. Porque la novela comienza con un hecho casi pueril cuando Soledad contrata a un gigoló (Adam) para montar una ingenua escena de celos. La historia se desarrolla más allá del suceso que no termina en una noche.  Detrás de los encuentros con el prostituto, casi un pretexto, el tema central es el deterioro físico que se “entreteje con las historias de los `escritores malditos´ de la exposición que [la protagonista] está organizando para la Biblioteca Nacional”.

La carne es un libro que entretiene y forma porque, una vez más, Rosa Montero demuestra un estricto ejercicio periodístico. Los `escritores malditos´sobre los que trabaja Soledad —que es gestora cultural—, al igual que ella, se encontraron con que “al final todo acaba por desembocar en el amor [y] en el daño”. Y entre esos escritores que emergen mientras transcurre la historia, surge la propia Rosa Montero como periodista: un guiño que sienta bien porque la autora se lo merece y porque, además, se ríe de sí misma.

 

Lecturas para sobrellevar el calor del verano. Recomendaciones de gente común para gente común

Vintage old book with coffee cup on wooden deck table background

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De niña y adolescente fui una lectora contumaz. En las largas y tórridas siestas del verano younguense (Río Negro) viajé a través de los libros, descubrí el mundo y me emocioné con historias de todo tipo. La lectura me ha acompañado constantemente, más allá de aquellas interminables siestas. Algunas noches han sido cortas cuando la narración es atrapante, incluso, en más de una ocasión, recuerdo la sensación de hormigueo en las manos, cansadas de sostener el libro.

Un nuevo verano se aproxima y para muchos es tiempo de vacaciones. La oportunidad de disfrutar de tiempo para leer estaba dada y decidí consultar a amigos y compañeros de trabajo. Una vez más descubrí que las personas cercanas, al igual que yo, son adictas a la lectura y las respuestas fueron inmediatas y entusiastas. La pregunta era simple: “Si tuvieras que recomendar un libro para este verano. ¿Cuál sería y por qué?” porque el objetivo de esta reseña es armar un listado, inacabado por naturaleza, con recomendaciones de gente común para gente común. Y surgió de todo, “como en botica”, desde historias cortas a largas novelas, abunda la ficción, pero también hay una sugerencia para mejorar la escritura. Hay clásicos y libros más modernos, y todos con algo en común: pregnancia en el lector.

Vania, corredora de seguros y tejedora. Pista Negra de Antonio Manzini “Una lectura súper ágil, una anécdota atrapante y un final inesperado”.

Gladys, maestra jubilada, especializada en ciencias. “Falcó de Arturo Pérez Reverte es el primero que se me ocurre. Aunque mi favorito es Botas de lluvia suecas de Henning Mankell, pero no lo veo como `lectura de verano’”.

Gloria, profesora de Expresión Artística y emprendedora en el mundo del arte. “El mismo que leí el año pasado: Viralata de Fabián Severo. Resalta el valor del portuñol como lengua de la frontera. Cuenta su vida desde una mirada propia y ajena, con acertadísimas imágenes poéticas”.

Margarita, secretaria, aprendiz por naturaleza. “Isabel. La conquista del poder. Martín Maurel. Es la historia novelada de la reina Isabel. Me ubicó en la época y me hizo entender mucha historia”.

Gabriela, profesora de Inglés, psicóloga y bailarina de tango. “Las Horas Distantes de Kate Morton. Por su estilo atrapante y elegante de narrar las historias de vida. Es una novela victoriana con una trama intrigante y humana”.

Laura, profesora de inglés y actriz. “Demasiado difícil elegir solo uno, pero me la voy a jugar el autor brasileño Marçal Aquino. El título es un tanto largo y no lo hubiese comprado si no fuera por recomendación: Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios. Me atrapó, lo leí en un día y medio hace dos veranos, no podía parar. Es una mezcla de historia de amor con componente policial, con personajes y entorno cautivantes. ¡Compitió a la par y quedó a la altura de Sandor Marai que también me gusta mucho! Escribo y me dan ganas de leerlo de nuevo, se lo voy a reclamar a mi hijo que todavía no me lo devolvió”.

Liliana, psicóloga y ferviente lectora. “Por la vigencia del tema Cuba, porque estuvo por acá, porque escribe bien y tiene una visión crítica pero llena de afecto de la Cuba actual, recomendaría a Leonardo Padura. El género policial es ideal para vacaciones y el teniente Conde un personaje entrañable”.

Cynthia, veterinaria y trotamundo. Eciclopena, de Pablo Aguirrezábal. “Muy liviano, con capítulos bien diferentes, como para leer uno en un ratito y seguir disfrutando de la playa”.

Gabriela, profesora de inglés y actriz. “Rápidamente se me ocurre Notes from the Underground de Dostoevsky. Es un libro que requiere de una mente descansada y abierta para incursionar en una propuesta literaria que supone mucha introspección acerca de la condición humana. También se lo puedo leer en español bajo la traducción de Apuntes desde el subsuelo o Memorias del subsuelo.

Alejandra, maestra y triatleta. “Hace unos días fue mi cumple y siempre me regalan libros. Tengo cinco para leer. Voy a empezar por Los Herederos de la Tierra de Idelfonso Falcones que fue un regalo de mis hijos. Espero ansiosa las vacaciones para mis momentos de lectura. Dedicándole horas, ya sea en la playa donde leo muchísimo o en la tarde bajo el árbol del fondo”.

Carolina, licenciada en comunicación y fotógrafa. “El abanico de seda de Lisa See porque es de fácil lectura, muy llevadero y con mucho contenido. Puede ser una historia real, aunque no se sabe si la historia sucedió tal cual. Te muestra un entorno cultural de la antigua China y es ideal para el verano porque se lee ágilmente”.

Mariana, profesora de inglés y corredora. “El último encuentro de Sandor Marai porque es perfecto, está bien escrito, es corto y conciso. Una verdadera obra de arte. Me encantan todos los libros de Almudena Grandes y en especial Los aires difíciles. Es una historia redonda, fantástica, que te atrapa, una historia sólida”.

Mónica, profesora de Matemática, atenta lectora. “Uno de los últimos libros que leí y me atrapó fue Hombres buenos, novela de Arturo Pérez Reverte. Un relato minucioso sobre dos integrantes de la Real Academia Española en su viaje a París en busca de la Encyclopedie, unos deliciosos señores y sus peripecias para conseguirla. Un relato que va y viene entre la época y la investigación que hace el autor; para mí, una exquisitez”.

Valentina, nutricionista, cocinera y deportista. Inteligencia Emocional de Daniel Goleman. “Porque me gusta leer libros asociados a mi profesión y que también me aporten algo para mi crecimiento personal. En la rutina tengo poco tiempo para leer y tampoco me lo hago, por eso aprovecho las vacaciones para leer estos libros que son prioridad antes que una novela”.

Eglé, profesora y especialista de Español, lectora voraz. “Me fascinó Dime quién soy de Julia Navarro. Recorre la historia del siglo XX con una visión globalizada de la Segunda Guerra, con la Guerra Civil Española, Rusia, Egipto y el peronismo. Una investigación periodística que termina siendo familiar con proceso de involucramiento del narrador”.

Carlos, maestro y cocinero aficionado, también recomendó esta historia: “Como todos los libros de Julia Navarro, está muy bien escrito. Es una narrativa ágil con mucha historia contemporánea”.

Rosita, profesora de Italiano y tejedora. “Palabras más, palabras menos. Herramientas para una escritura eficaz. Autoras: María Cristina Dutto, Silvia Soler y Silvana Tanzi. Es sencillo, ameno, da ejemplos y creo que despierta interés por cuidar la forma de escribir. Muestra que es importante cuidar la escritura y la importancia que tiene”.

Jennifer, administrativa y corredora. Madre de un pequeño devorador de libros. «El Imperio eres tú de Javier Moro cuenta todo el proceso de revolución de Brasil hasta su independencia (también sirve para entender nuestro propio proceso independentista) y

Pasión India del mismo autor es una novela increíble sobre una española que la casan con un rey indio. ¡Alucinante!”.

Alejandra, maestra, admiradora y conocedora de la pintura uruguaya. “El elefante desaparece de Haruki Murakami. Lo recomendaría, además de que me gusta su estilo, por su capacidad de cruzar la frontera entre lo cotidiano y lo fantástico, su capacidad de transformar la trivialidad de nuestras vidas. Los protagonistas de todos los relatos que integran el volumen aguardan algo…. Me gustó encontrarme con páginas inquietantes e hilarantes, aquí nada queda librado al azar”.

Ariel, profesor de Matemática, empedernido lector. Ser feliz era esto de Eduardo Sachi. “Es de fácil lectura sin ser superficial. La historia de los personajes es cercana”.

Osmar, médico, corredor y ciclista aficionado. Moby Dick de Herman Melville. “¿Por qué? Porque tiene todas las instrucciones para navegar por la vida dignamente: es un canto a la vida, a la búsqueda de la aventura. Muestra cómo debe entenderse la amistad, la solidaridad, la responsabilidad en tratar de superarse y de cumplir con el trabajo que elegimos. También muestra cómo aferrarnos a cosas negativas pueden llevarnos por el mal camino. Y además es entretenido. ¿Que más se puede pedir de un simple libro?”.

María Eugenia, maestra y amante de la decoración y de los pequeños detalles. “Terminé recién La Templanza y me gustó, es de la autora del Tiempo entre costuras, María Dueñas. Es una historia de amor con toques históricos, viajes y con una larga estadía en Jerez de la Frontera ¡que justo visitamos en España! Ahora arranqué con 1984 de Murakami… otro mundo también atrapante”.

Anita, profesora de Informática y cocinera aficionada. “El jilguero de Donna Tartt es un libro larguísimo, de esos que estás deseando que te encanten porque te van a asegurar muchas horas de felicidad. Nunca había leída nada de la autora y ni siquiera recuerdo de dónde me llegaron referencias. Lo bajé en formato .epub. Desde las primeras hojas te sentís muy cerca de su protagonista, un adolescente que queda solo en la vida, dueño circunstancial de una obra de arte valiosísima. Me costaba dejar de leer porque sentía que lo estaba dejando solo. Es una sensación muy difícil de explicar, que me ha pasado con un par de libros nada más. No tiene un ritmo vertiginoso ni es muy sencillo de leer, por eso me parece perfecto para el verano, cuando tenés más despejada la cabeza y te podés tomar un tiempo para leer con tranquilidad, ir para atrás y para adelante, dejar el libro en la falda y quedarte un rato pensando en el párrafo que acabás de leer.  ¡No es un libro de aeropuerto, como diría Cortázar!”.

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