El letargo montevideano de enero se sacudió con la inauguración de Paraíso Café. La apertura del nuevo local, que transforma a la calle Constituyente en un polo cafetero de alto nivel, indica que, desde hace unos años, el primer mes del año tiene bríos también en la capital del país.
El nuevo nirvana cafetero de la ciudad —de la tríada Labarthe, Olivieri y Supervielle— fue inaugurado el miércoles 15 y ya cuenta con una clientela entusiasta que muestra en redes las opciones gastronómicas a cargo del chef Mauricio Olivieri, un referente gastronómico local.
Este «jardín de las delicias» (cielo, gloria y gallinero en el ámbito teatral), que fue diseñado por Mola Kunst Arquitectura, es luminoso, despejado y de elegancia sutil. Tiene asientos muy cómodos, un banco largo, sillas frente a la barra y una vitrina que da la bienvenida y agudiza el paladar.
El café lleva la firma (selección y tostado) de Seis Montes; además de las bebidas clásicas del barismo, sirven cold brew y filtrado preparado con granos especiales o los elegidos del día. La carta incluye opciones, algunas contundentes y otras más ligeras, para el desayuno, el almuerzo y la merienda.
Con un servicio a la mesa distendido y ameno, en este paraíso también se puede leer y trabajar con comodidad (la música de fondo no es protagonista, hay abundante luz, las mesas son estables y las sillas, de madera, son amables). La cocina y el expendio de bebidas demostró una fase de prueba que aportó consistencia en el arranque.
La incorporación de Paraíso Café al contexto cafetero uruguayo demuestra la madurez del segmento, la consolidación y la experticia de actores a cargo de emprendimientos que se caracterizan por el servicio y los detalles —la vajilla con monograma, por ejemplo—.
Bonus track librero
Paraíso (1994) es una de las novelas del nobel Abdulrazak Gurnah, escritor de origen tanzano y de nacionalidad británica. Leí el libro hace unos pocos años, a instancias de la periodista Virginia Arlington, y recuerdo haber vivido unos días en la Tanzania de principios del siglo XX.
El protagonista de Paraíso, un niño de 12 años que se llama Yusuf, viaja en caravana —como empleado de un comerciante muy poderoso— por el África Central y la cuenca del Congo. Paraíso es una odisea a pie y tiene un ritmo lento (cansino y de contemplación). En el trayecto, el autor despliega la riqueza de África y reflexiona, a través de las vivencias del personaje, sobre la vida y la colonización.
Paraíso Café
@cafeparaisouy Constituyente 1866, Montevideo Desayunos, almuerzos y meriendas. Café de especialidad
En Inglaterra, país tradicionalmente aficionado al té, los cafés de especialidad han alcanzado una presencia relevante y conforman un conjunto diverso en el que caben numerosas opciones.
Las cafeterías de especialidad de Cambridge, Canterbury, Londres y Oxford visitadas en enero de 2024, similares a las de Uruguay, son fácilmente reconocibles por infraestructura, personas y servicio. Las características que dan identidad al movimiento en Inglaterra parecen plasmarse en ciertos detalles y en la unanimidad de una narrativa que es universal.
La cafetería de especialidad en Inglaterra comenzó en Londres en 2005. En el Soho —un distrito que culturalmente marca tendencias en gastronomía, moda y música— se sirvieron las primeras tazas de un café que se ha afianzado en veinte años con la apertura de numerosos locales (cientos de hallazgos en la web European Coffee Trip) y festivales de corte internacional en Glasgow, Londres y Manchester, entre otros.
El auge y la combinación de emprendimientos hace que los cafés de especialidad enriquezcan el paisaje citadino en variedad y tamaño: emprendimientos independientes y cadenas inglesas o internacionales, cafeterías pequeñas, medianas y también de gran porte. Muchas razones invitan a abrir una puerta en una gran avenida, una calle lateral o un mercado: las ganas de tomar un buen café, el olor del tostado, la necesidad de una pausa, una puesta en escena atractiva o la destreza de quien prepara las bebidas.
Una vez dentro, basta con mirar la escena para comprender la dinámica. Al igual que en otros países, los pedidos se atienden mayormente en el mostrador, aunque algunos pocos establecimientos ofrecen el tradicional servicio a la mesa. Las cartas, en papel o proyectadas en paredes o grandes monitores, suelen ser cortas y claras.
Como en todas las cafeterías de especialidad, el espresso es la bebida de mayor relevancia. También se sirven las variantes con leche (de vaca, entera y semidescremada) y con bebidas vegetales, pues el veganismo es un estilo de vida muy marcado en el país y entre los turistas que lo visitan.
El café filtrado forma parte de la carta de las cafeterías de este tipo y al pedirlo, también el americano, la pregunta inmediata es si se consumirá con leche. No hay pruritos en esta cuestión y tampoco en relación con el uso de azúcar y edulcorantes. Estos se ubican al alcance y para autoservicio, muchas veces en lugares específicos —junto con el agua filtrada que no falta en cualquier establecimiento gastronómico— o directamente en las mesas.
En la propuesta gastronómica, la pastelería dulce es relevante con budines, rolls, brioches y los clásicos scones ingleses que llegan a la mesa con manteca o crema y mermeladas. Las opciones saladas giran en torno a los tostones de masa madre con la omnipresencia de la palta y el huevo. También hay locales con servicio de brunch y almuerzos (en invierno la sopa tiene su lugar en la carta), jugos y smoothies.
Hay público en todos los cafés. Desde las primeras horas de la mañana —el desayuno es un momento clave— se ven locatarios y turistas de todas partes del mundo tanto para el consumo en el local como para llevar. También, durante todo el día, se trabaja y se estudia en los cafés de manera individual o en pequeños grupos; se hace tiempo para entrar a un espectáculo o se descansa en medio de un paseo turístico. Si llueve, algo habitual en la isla, las cafeterías son uno de los lugares elegidos para guarecerse.
El uso de tazas y vasos de cerámica, loza o vidrio alterna con el papel reciclado, según la envergadura del establecimiento. La normativa es exigente, no se consumen plásticos de un solo uso y la clasificación y reciclado de materiales están presentes en todos los locales gastronómicos.
El pago con medios digitales está sumamente extendido, tanto que en algunos comercios no se puede abonar en efectivo. Para evitar filas (muy comunes al comenzar y finalizar la jornada laboral), se estimula la compra previa a través de aplicaciones y comienzan a verse máquinas de autoservicio en los locales.
Las ambientaciones de las cafeterías de especialidad son muy diversas, con decoraciones sofisticadísimas en algunos casos y otros tantos locales más minimalistas. Los elementos gráficos del rubro (granos, mapa, colores, tazas) parecen haberse superado y sí están presentes la exhibición del café que se sirven a través de los paquetes, la calidad en las bebidas y la amabilidad en la atención. En muchos cafés, se venden tazas, vasos y remeras de la marca y, obviamente, paquetes con granos ya tostados.
Hay numerosas razones para visitar Inglaterra, un país de exquisita riqueza histórica y cultural. A todas estas causas, se le suma el café de especialidad que enriquece circuitos de museos, parques, mercados y barrios. Para seleccionar cafés, entre tantas opciones, conviene seguir guías y recomendaciones, usar Google Map y dejarse llevar por la intuición (visitar lugares y tomar café suelen depurar el gusto y afinar los criterios de selección).
Café Bacacay la diaria está abierto todos los días de la semana desde fines de marzo, ocupa un lugar emblemático y tiene una vista extraordinaria, con una ventana privilegiada que mira, de frente, al teatro Solís.
El Bacacay, en la esquina de Buenos Aires y Bacacay (Ciudad Vieja, Montevideo), forma parte de la historia de bares de la capital. Nació como El Vasco, tuvo su esplendor con la alemana Regina Rebmann (1995-2018), dos recuperaciones después y ahora vuelve a la escena con nuevos bríos. Es un bar tan emblemático que tuvo su propio ícono: una silla, tipo taburete, específica, diseñada por Rebmann y un amigo (Lucas Ríos Giordano, arquitecto).
«Simplemente vinimos a darle vida a un lugar histórico» —explica Nicolás Fumía, empresario gastronómico—. Hicimos una reforma, porque estaba muy oscuro, estaba todo muy negro. Tenía mucha onda de boliche nocturno, más que de un café».
El resultado es una armoniosa fusión entre luz natural y artificial, una gran barra de madera que concita la primera mirada, mesas y sillas oscuras, piso de grandes baldosas grises, madera en el techo, grandes ventanas con vidrios muy limpios, paredes blancas y celeste-turquesas.
Bacacay la diaria tiene servicio a la mesa, algo inusual en las cafeterías de especialidad. Según comenta Fumía, el propósito es «dar un servicio, generar vínculo, estar en contacto con el cliente: un valor que no se puede perder». Para acompañar esta impronta, los cafés llegan a la mesa y se sirven con sobrecitos de azúcar y edulcorante. No es una cafetería de especialidad dogmática, aunque las bebidas sí cumplen los requisitos de calidad en granos y en preparación. «Usamos el café de Brasil de Culto que es muy bueno. Es un café probado en el mercado, que se comporta muy bien», añade Fumía al respecto.
La apuesta es desafiante en un momento en el que la Ciudad Vieja, lamentablemente, parece languidecer una vez más. «Este es un punto turístico interesante, tenemos el Teatro Solís aquí», dice Fumía. Los dos volteamos la vista, estamos sentados al fondo, y el teatro nos responde con su gallardía.
El nuevo Bacacay tiene detrás un equipo estelar: los empresarios gastronómicos Martín Pittaluga y Nicolás Fumía; el estudio Menini Nicola y el artista plástico Alfredo Ghierra en el interiorismo; Atolón de Mororoa en comunicación y la diaria, un medio de comunicación que acaba de cumplir 17 años. Navegar con tantas expectativas, además de la huella del café, es una tarea que puede parecer colosal. Para lograrla, hay un servicio de diez personas y la «escucha permanente», agrega Fumía.
En diálogo con la cuna de la alta cultura del país, en una de las peatonales más encantadoras de la Ciudad Vieja, en un edificio construido en 1844 —que es Monumento Histórico Nacional desde 1976— en Bacacay la diaria sirven café de especialidad (Culto), té de autor (Cardinales), repostería y panadería del Río de la Plata (pan con grasa, marsellés, margaritas), almuerzos clásicos, tapeo nocturno y tragos. El horario es amplísimo y cualquier ocasión es propicia para tomar algo, mirar por la ventana y sentirse parte.
Café Bacacay la diaria Bacacay 1306. Lunes y martes de 9 a 20 h. Miércoles a sábados de 9 a 00 h. Domingos de 17 a 00 h. Sin reserva (por orden de llegada).
Desde fines de octubre, el paisaje cafetero de Montevideo, que parecía estar satisfecho, incorpora una nueva y elegantísima opción: Polo Bamba Café.
Refinada y cosmopolita, la cafetería del Hotel Montevideo tiene piso de damero, paredes vestidas de ornamentos, mosaicos y espejos, mesas de mármol blanco y modernas sillas de madera con inspiración Thonet.
En el conjunto, despuntan las macetas chinas, las plantas y los grandes sillones de terciopelo azul y verde. Hay distintas estancias, un mostrador alto con un cristalero que brilla y un patio exterior.
El ensamble de Polo Bamba Café —firmado por el argentino James Boyd Niven— es perfecto y seductor; nada está librado al azar y todo tiene estilo (¡hasta los manteles individuales!).
El horario es amplísimo y cada día de la semana se sirven desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Si bien Polo Bamba es el café del Hotel Montevideo, está abierto a todo el público, con precios accesibles desde la mañana hasta la noche.
El desayuno, un consumo fuera del hogar poco practicado por los uruguayos, incluye cafetería, pastelería y platos, opciones a la carta y el buffet, característico de la hotelería. El despliegue de Polo Bamba es amplio y tentador, sin abrumar, tanto para un desayuno parco como para uno más abundante.
La gastronomía, de sabores definidos y con porciones justas, es responsabilidad de Florencia Courrèges y Alejandro Morales (Cultural Alfabeta y Escaramuza), mientras que el café de especialidad es de Cultural Alfabeta, seleccionado y tostado por Álvaro Planzo, un referente del segmento nacional. Del proyecto, que también tendrá una arista cultural, participó el reconocido gestor Alejandro Lagazata (La Lupa Libros, Criatura Editora, Cultural Alfabeta, Escaramuza).
Con su nombre, este Polo Bamba honra el café literario más emblemático de Montevideo de fines del siglo XIX y principios del XX. Aquella cafetería, fundada por Francisco San Román en 1885 y ubicada en la zona de la Plaza Independencia, albergó tertulias de intelectuales, periodistas y estudiantes en un recinto al estilo parisino que, al igual que este, brilla en el Río de la Plata.
La generación del 900 (Florencio Sánchez, Ernesto Herrera, Roberto de las Carreras, Álvaro Armando Vasseur, Julio Herrera y Reissig, Alberto Zum Felde, Ángel Falco, Alberto Lasplaces y el editor Orsini Bertani, entre otros) se reunía en las mesas del Polo Bamba. Administrado por su nuevo dueño, Severino San Román, se transformó en el «Ateneo de la Bohemia», un espacio fermental que hizo que la anarquista Juana Rouco Buela, quebrando la moral burguesa del momento, comenzara a participar de la vida del café.
Cerró en 1913 o 1915 y junto al Tupí Nambá inició una tradición cafetera fermental que tuvo casi un siglo de esplendor.
Polo Bamba Café
Hotel Montevideo, 26 de Marzo y José B. Lamas. Además del café, el hotel cuenta con Polo Bamba Bar, en el piso 10, abierto de lunes a sábados desde las 6 pm.
El año no ha cerrado, pero cuesta imaginar que el segmento cafetero uruguayo cuente con una actividad más congregante que la Expo Café, realizada el primer fin de semana de setiembre en el Laboratorio de Tecnología del Uruguay (Montevideo). A cargo de Useful-Media y Buen Café.app, la exposición recibió diez mil visitantes en dos días y tuvo treinta y tres puestos (diecinueve dedicados al café y los demás con productos accesorios).
Treinta personas trabajaron para la realización de Expo Café Uruguay. El espresso fue, obviamente, el rey del fin de semana. Se sirvieron miles. Las cafeterías se quedaron sin vasos. Los baristas se agotaron de explicar orígenes, puntajes y notas de cata, entre otros. El café —en todas sus aristas— era el tema en torno al que giraron las conversaciones.
«Fue una prueba para todos. No solo para nosotros, fue también la primera expo para la mitad de los expositores. Esto marca la pauta de que el mundo del café precisaba la Expo Café. Ya estamos trabajando en la próxima edición, especialmente en las que consideramos las fallas, que son tres o cuatro cosas que se nos fueron de las manos por el volumen de gente que asistió», explicó Santiago Fernández, en representación de Useful-Media y Buen Café.app.
Con un par de espressos, en la cafetería de Cultural Alfabeta, Santiago contó que, semanas después, siguen procesando imágenes y videos. El material —veinte horas de video y miles de fotografías— los emociona y también les sirve para detectar las mejoras. Se nutren, además, de los comentarios recibidos. «Queremos agregar mesas y sillas adentro, además de las que pusimos afuera. (…) Tuvimos un desborde de vasos y estamos viendo, para la próxima, los de degustación de vidrio, que se usan en catas y en demostraciones», agregó el organizador.
Para Fernández, la primera edición de la Expo Café les permitió generar marca. Se imaginaron una exhibición «demencial», a la altura de las que se realizan en Milán y Nueva York. Tuvieron que recortar presupuesto para que fuera viable, pero igualmente no escatimaron en ciertos detalles: las banderas en el techo, el alfombrado, la playlist, la calidad de imágenes y videos, las publicaciones en redes durante el fin de semana, y hasta una heladera con postres para niños.
El campeonato de latte art —con especial foco en las cámaras y pantallas para ver todo lo que sucedía— y las charlas tuvieron una especial curaduría. Cuidaron todos los detalles: la elección del equipamiento, la locación, los oradores y los temas.
Expo Café Uruguay hizo que los asistentes «sepan que hay otros cafés distintos, que hay marcas nuevas. (…) Muchos baristas me dijeron que se sentían en Disney. ¡Es que la gente quería saber y probar! En la próxima edición, vamos a profundizar justamente eso: que la gente sepa que hay algo más», detalló Fernández.
Mientras el equipo organizador planifica la segunda edición de Expo Café Uruguay, en su sitio web hay una tienda, que estará disponible un tiempo más, y planifican publicar información y videos de la exposición, además de pistas de lo que tendrá la edición 2023. «Esta fue la primera cita con el café; si la persona va con más información en la próxima, le va a parecer todo más interesante —resumió el organizador—. También queremos sorprender, así que habrá novedades».
Nicolás Artusi cerró la primera edición de Expo Café Uruguay, encuentro que tuvo lugar en Montevideo, el primer fin de semana de setiembre.
El domingo 4, el periodista argentino especializado en café presentó el Diccionario del café, su último libro. Artusi —conocido en redes como @sommelierdecafe— fue el encargado de cerrar el segmento de charlas, espacio del que participaron especialistas nacionales y extranjeros.
Para el periodista argentino, la Expo Café uruguaya fue el acontecimiento cafetero más importante del Río de la Plata y certifica el gran momento del rubro. Este commodity, que también es una expresión cultural, le interesa por su historia de desigualdades, los rituales que genera y el desarrollo que ha alcanzado.
Desde 2007, Artusi se dedica a cubrir la cultura del café: la «costumbre citadina» de tomar «el oro negro, la bebida más amada y odiada del mundo». Su predilección lo llevó a crear «una biblioteca en español», para cubrir un evidente vacío bibliográfico. Así nacieron Café, de Etiopía a Starbucks (2014)y Manual del café. Guía definitiva para comprar, preparar y tomar, (2019), libros publicados por Planeta Argentina.
En la pandemia, el autor quiso continuar su aporte bibliográfico con un compendio de definiciones, «porque toda disciplina debe tener un diccionario». Decidió que debía ser una obra ortodoxa, con datos lexicográficos y definiciones, e incluyó todo lo que rodea al mundo del café: variedades de la planta, cualidades del café y de la cata, métodos de preparación, personajes y pueblos, entre otros. «Es un libro abarcativo, de 300 páginas y con cientos de entradas. (…) Mi temor era lo que podía olvidarme», confesó en la charla.
El libro, editado por Planeta, se publicó en marzo en Argentina y llegó a Uruguay casi de inmediato, pues Artusi es también un autor reconocido en este margen del Río de la Plata.
Con sus textos, Artusi se ha permitido explorar diversos géneros: la crónica histórica, el discurso instructivo y una obra de referencia. Si bien el proyecto de crear una biblioteca del café es amplio y jactancioso, su compromiso con la causa es incuestionable.
Además de dar detalles del Diccionario del café y contar su experiencia como adicto a la bebida, el orador se centró en el panorama internacional. «El café vive un gran momento, es la primera vez en la historia que se toma de manera consciente», expresó el periodista en la conversación que sostuvo con Santiago Fernández, uno de los organizadores de la Expo Café Uruguay. «El consumidor conoce, mira, huele, degusta y tiene herramientas». Agregó que quienes beben café ocupan, en este momento, un lugar preponderante y destacado en el rubro. El desarrollo del ecosistema es tal que se realizan encuentros como la Expo Café, se publican libros y notas en medios, además de la creciente preocupación acerca de cómo el impacto ambiental afecta al segmento.
Para finalizar, auguró una exitosa segunda edición de la Expo Café Uruguay y confesó que espera que «el café no se vuelva tan snob como el vino».
Cardenal, «niña bonita del Parque Rodó», como la bautizó la periodista Alva Sueiras Fanjul, cumplió dos años y en la tarde del domingo 31 de julio hubo festejo. Con el lanzamiento de Mensajero, el café del aniversario, una escuela de barismo y un quiosco en el subsuelo, nueva carta gastronómica y la presencia de Juan Vargas (Fazendas Klem) y Juan Cruz (Ascaso Argentina), el equipo de Cardenal Coffee Roasters celebró junto a su público.
Álvaro Arijón y Jorge Bruzzese, responsables de Cardenal Coffee Roasters, y Erick Argueta (barista y tostador) presentaron, en la nueva escuela de barismo, a los responsables de Fazendas Klem y Ascaso Argentina. Ante los clientes que, además de tomar buen café, gustan saber sobre granos y procesos, el colombiano Juan Vargas —en nombre de la finca brasileña, principal proveedor de café de Cardenal— describió las características de la hacienda, que se caracteriza por la producción orgánica. Fazendas Klem, que exporta granos arábicos a América Latina, Europa, Asia y Australia, cuenta con diversos sellos de certificación orgánica, los protocolos SCA y varios premios ganados.
Por su parte, Juan Cruz de Ascaso Argentina, hizo énfasis en la calidad de los componentes y en la manufacturación manual de la marca catalana. Las cafeteras Ascaso tienen reconocimiento internacional por tecnología, exactitud, cuidado ambiental, diseño y durabilidad.
El café del aniversario, oficialmente presentado el domingo, se encuentra a la venta en paquetes de 250 gramos y en tolva (para servicio en el local). Mensajero es un blend arábico de Brasil (Minas de Gerais), que se cultiva a 1200 metros de altura. De la variedad catucai (rojo y amarillo), con granos procesados de forma natural y lavada, esta mezcla tiene notas a frutos secos, ciruelas pasas, naranja y chocolate.
Las novedades en la carta de Cardenal para desayunos, almuerzos y meriendas se degustaron el día de la celebración e incluyen nuevos sándwiches, el menú del día y opciones dulces que se suman a los sabores que dan identidad a la cafetería.
Tenés la clásica cafetera eléctrica de filtro y cada mañana te toca preparar café para varias personas; te vas a casa de tus padres o un fin de semana a una cabaña en la que solo hay una eléctrica y te gusta el café de especialidad, ¿qué hacés?, ¿cargás la prensa francesa o la Aeropress? ¡Aprovechá ese espacio y llevá café de especialidad! Con las recomendaciones de quienes saben del tema, es posible tomar una buena bebida preparada en la cafetera eléctrica de goteo de hogar.
Cuatro especialistas con base en Montevideo (Erik Argueta, Haroldo Darnauchans, Álvaro Planzo y Alicia Radi) explican qué tener en cuenta para potenciar un electrodoméstico que es parte de la cocina de numerosos hogares uruguayos.
Los bemoles a considerar
«Es un método cómodo, que está menospreciado. Hay argumentos para menospreciarlo, pero basta saberlos y listo», dice Álvaro Planzo, tostador de Culto Coffee Roasters. La falta de control de la temperatura y el prolongado tiempo de filtrado son, a su entender, las cuestiones más débiles de las cafeteras de goteo del segmento básico e intermedio (recordemos que existen cafeteras de alto estándar; como la Moccamaster, considerada la referencia del rubro).
Planzo sugiere usar una receta básica de filtrado y probar. Cuenta que, en más de una oportunidad, ha usado la cafetera eléctrica clásica y tira un pique: «El portafiltro de la máquina, que se desarma para limpiar, lo usás para filtrar. Calentás el agua para controlar la temperatura y lo usás como un V60 o filtro Melitta. Es una terrible extracción. Yo usaría, en este caso, una molienda un poquito más gruesa».
Alicia Radi, de Cafetto Prado, se considera una purista y explica que este tipo de método no es común en el café de especialidad, ya que se pierden parámetros de control: la posibilidad de realizar preinfusiones, por ejemplo. «Es un método de extracción muy conocido, mucha gente lo tiene en su casa, al igual que la cafetera italiana. Hay que pedir la molienda para la cafetera que se va a usar y elegir un buen café, un specialty», agrega la tostadora de Cafetto Prado. «Tenés que preparar el café, servirlo y tomarlo; no hay que recalentarlo en el calentador, porque se quema y se oxida».
No pedirle peras al olmo
Haroldo Darnauchans (enólogo, barista y juez del campeonato argentino Exigí Buen Café) menciona que, si bien el artefacto no lo convence, «hidratando un poco el café, apenas uno lo pone en el filtro antes de que empiece a subir el agua a una temperatura mayor, quizás lo ayudamos a defenderse un poco. Hidratarlo con agua fría, humedecerlo. También se favorece el filtrado con una molienda un poquito gruesa —una pizca más que la de francesa—. (…) Al alivianar el pasaje de agua sobre el café, se podrán sacar las mejores características del grano».
«Yo no elegiría un café muy complejo, buscaría un café de especialidad de calidad, pero sencillo, un café correcto. Nos tiene que quedar claro que no podemos exigirle al café su mejor potencial. Si no le doy las condiciones ideales, no voy a lograrlo», agrega con tono didáctico.
Claves y receta de filtrado
Erik Argueta (Cardenal Café), barista de origen salvadoreño, recuerda que estas cafeteras son habituales en los hogares de su país y reconoce que no lo son en el ámbito del café de especialidad. Para el tostador de Cardenal, las claves son usar filtro de papel, agua filtrada, café de especialidad fresco con la molienda adecuada y, fundamentalmente, mantener la limpieza correcta del goteo de la máquina, porque suelen quedan residuos de café que generan una costra que produce sabores indeseables.
Con estos datos, no hay más que probar. La receta de la prensa francesa, según la Specialty Coffee Association, es de 36 gramos de café por 660 mililitros de agua (en los manuales de café y en las cuentas de redes de cafeterías y baristas hay ratios similares para testear). Con estas sugerencias, la cafetera eléctrica espera una nueva oportunidad.
La estrella del segmento
La Moccamaster es la máquina estrella en filtrado automático. En Uruguay, se consigue en Seis Montes y por Mercado Libre. Es un artefacto costoso, testeado y aprobado por dos importantes entidades: la European Coffee Brewing Centre y la Specialty Coffee Association.
Gerard Clement Smit fundó Technivorm, la empresa neerlandesa que fabrica estas cafeteras, ubicada en la ciudad de Amerongen. La primera máquina fue diseñada en 1968 y, según la página web del producto, desde ese momento la marca ha liderado el mercado.
Diseñadas por expertos, hechas a mano y probadas individualmente, las máquinas Moccamaster están diseñadas con materiales de alta calidad y gran compromiso sustentable. Entre las prestaciones, se destacan el manejo de la temperatura (de 92 a 96 ºC), la opción de jarra entera o media jarra, el apagado automático, la facilidad de limpieza y la durabilidad.
Una cafetería no es un simple recinto en el que se ofrecen espressos, americanos y cortados, entre otros. Un café es un ámbito en el que se generan conversaciones, diálogos introspectivos y se recrea una narrativa en torno a una bebida que inspira y nuclea. Además, las cafeterías son expresiones de su tiempo y muestran las tendencias en curso (este es, seguramente, el atractivo periodístico más preponderante, amén de la posibilidad de desarrollar el gusto por el café).
Con esta perspectiva, en las siguientes líneas se muestra un recorrido por la escena cafetera de especialidad de San Francisco (California, Estados Unidos) que procura describir el temperamento del café en una ciudad mundana y sibarita. Estados Unidos es el mayor importador de café del mundo; un país en el que la industria de las cafeterías alcanzó en 2019, antes de la pandemia, la suma de 47,5 mil millones de dólares (Statista).
Las cafeterías y los consumidores. El público de las cafeterías de especialidad de San Francisco es muy diverso, con locatarios y turistas de todo el mundo (en 2021, la ciudad del Golden Gate recibió 14,8 millones de visitantes según el portal San Francisco Travel). La oferta es sumamente extensa con locales para tomar café al paso, los que se especializan solo en desayunos, los tipo cowork, grandes cafeterías para ir en grupos y las que invitan a una larga y cómoda estadía. La escena cafetera, que es exuberante, declara elocuentemente que tomar café es una condición intercultural e intergeneracional.
Horario. Los días de apertura y el horario de atención son una de las consecuencias más visibles de la pandemia del coronavirus. Las cafeterías de San Francisco, como las de otras tantas ciudades del mundo, lidiaron con escenarios cambiantes: servicios sin público, aforos en los locales y adaptación a los momentos de mayor afluencia. Los horarios todavía no se han normalizado y, en muchos casos, las cafeterías de especialidad abren solo de mañana o hasta media tarde. En la tardecita, escasean los locales que se dedican al café de especialidad.
Las bebidas. En las cafeterías de especialidad, el espresso es la bebida estrella y, para algunos especialistas (Geoff Watts, Intelligentsia Coffee), en la costa oeste se ha desarrollado el gusto por una bebida con notas más intensas que la preferida en la zona este (más parecida al estilo nórdico, con un tostado más liviano). El sabor y la intensidad del café de especialidad de San Francisco son muy parecidos a los que se desarrollan, en la actualidad, en el Río de la Plata.
En las mañanas, además de espressos, americanos y las opciones con leche, hay gran consumo de drip coffee (el café del día, preparado en máquinas automáticas). Y, al igual que en otras partes del mundo, surgen las bebidas estacionales. En la primavera y verano 2022, el tumeric coffee, con cúrcuma, es una de las figuras estelares.
La carta que acompaña los cafés. Las vitrinas en las que se despliegan los alimentos salados y dulces suelen diferenciarse entre los locales. Es evidente el interés por desarrollar una identidad con propuestas específicas. Hay cafeterías con pastelería clásica francesa, solo panes de masa madre, preparaciones de Asia o India, por ejemplo. Las cartas no son abundantes, pero sí muy tentadoras.
El servicio. Los pedidos se realizan en la caja, casi no existe el servicio a la mesa en las cafeterías de especialidad. Hay que estar atento al llamado (suelen preguntar el nombre, que queda indicado en el tique que llega al barista) y, si el cliente se demora, el encargo queda en la barra de entrega (pocas veces alguien se lleva lo que no le corresponde, pero no hay que dormirse).
Leche, endulzantes y agua. La leche de vaca —es común la denominada «mitad y mitad»— y alguna opción vegetal, el azúcar y el edulcorante, y el agua filtrada están en la zona de autoservicio y son de uso libre. Esta oferta está casi instituida.
Vajilla y residuos. La cerámica es el material preponderante y el uso del vidrio es exiguo. Son escasos los locales de especialidad que usan cartón y, si optan por este material, es compostable. En las cafeterías de especialidad es habitual encontrar contenedores para clasificar los residuos y también bandejas donde colocar la vajilla para lavar. Esta tarea la hacen los consumidores: antes de irse, separan los desechos en el depósito adecuado y luego ubican tazas, vasos y cubiertos en una determinada zona para que el personal retire y limpie.
Listas de recomendaciones y el San Francisco Coffee Festival. Con las páginas especializadas en gastronomía, los blogs de viajes y de cafés, y en las etiquetas de Instagram se pueden armar circuitos variados y de excelente nivel. Abundan las listas de recomendaciones muy bien curadas, tanto en inglés como en español.
En noviembre, se realiza el San Francisco Coffee Festival. En 2022, tendrá lugar la sexta edición con reconocidas marcas y con charlas sobre tostado, sustentabilidad, las historias de los pioneros y lo que se viene («un futuro con sabor a café, en la era de la tecnología del café»).
Café en el hogar y antes de volar. La venta de café en grano o molido es corriente en las cafeterías, con gran estímulo en las suscripciones periódicas que incluyen descuentos y regalos (las grandes cafeterías cuentan con líneas de souvenirs). En los supermercados, las góndolas exhiben diversas marcas locales y nacionales; hay de todo para comprar y la elección resulta un poco engorrosa, pues hay que entender las etiquetas o dejarse llevar por el precio o el interés que despierten los paquetes.
Los tostadores ofrecen café de especialidad instantáneo, una de las últimas innovaciones del segmento, para responder a todas las necesidades cafeteras. El interés por el café de calidad es tal que en el aeropuerto de San Francisco es posible tomar un espresso o comprar granos de Equator, una reconocida marca creada en 1995.
Para cargar un jarro o para tomar en la barra, con mesas pequeñas o comunales, las cafeterías de especialidad de San Francisco prescinden de los clásicos íconos cafeteros y del color marrón. La ambientación trasciende y se centra en otros temas y se amplía la gama cromática. Con o sin música, la polifonía surge de la máquina de café, las tazas y las conversaciones. El espectro cafetero es vasto y exquisito, en la ciudad conviven cafeterías individuales con cadenas locales y nacionales, y en todo momento hay una intención preponderante: servir buen café, sin la atadura del «deber ser», para el disfrute de quien lo consume.
La última novedad bibliográfica del mundo cafetero llega desde Argentina. Nicolás Artusi, el porteño sommelier de café, acaba de publicar Diccionario del café. La bebida más amada y odiada del mundo de la A a la Z.
Editado por Planeta Argentina en marzo de 2022 y con el mismo formato y diseño que el Manual del café. Guía definitiva para comprar, preparar y tomar (2019), esta nueva obra forma una prometedora colección cafetera.
En julio de 2019, Artusi —que es periodista y que fue distinguido como Personalidad destacada de la cultura de la ciudad de Buenos Aires— visitó Montevideo. Lo trajeron la gestora cultural Laura Inés Martínez (responsable, en aquel momento, de la Librería del Mercado) y Planeta Uruguay. El autor presentó el Manual del café, recorrió cafeterías y contó que estaba trabajando en un libro culinario sobre Italia y Pellegrino Artusi (el padre de la cocina italiana moderna).
Pero llegó la pandemia y todo se alteró. Así que, con muchos espressos y cafeinómano rigor, el autor se propuso compilar un diccionario sobre el café. El libro nació de la «necesidad de completar una biblioteca cafeteril, un anaquel que estaba prácticamente vacío en la literatura gastronómica» (pág. 12) y complementa otras perspectivas ya abordadas por el periodista: la historia de la bebida (Café, de Etiopía a Starbucks, 2014) y el manual.
De tapa dura y con cinta brillante, el libro recoge definiciones sencillas que demuestran la experiencia periodística del autor, la profusa bibliografía que maneja y su conocimiento sobre el tema. ¿Qué términos se pueden encontrar en este diccionario? ¡Los más usuales referidos a la producción, comercialización y servicio del café en el Río de la Plata! También hay algunas personas (los pioneros y los íconos) y las marcas que se convirtieron en palabras genéricas (Aeropress y Chemex, por ejemplo).
El Diccionario del café tiene 276 páginas de diseño primoroso. Los márgenes, la letra, el armado de los párrafos y (¡el interlineado!) permiten que la lectura sea un deleite. Incluye ilustraciones y tablas, y páginas a color (en tonos de verde que maridan a la perfección con el marrón del Manual) como inicio de cada letra.
La obra tiene sabor umami (placentero y de larga duración) y la intensidad de un espresso doble servido en el momento justo.
Obra: Diccionario del café. La bebida más amada y odiada del mundo de la A a la Z Autor: Nicolás Artusi Editorial: Planeta Argentina Año: 2022 Descripción: No ficción